domingo, 22 de noviembre de 2015

El corral de la Paca

Si algo tiene de interesante este oficio incesante en la búsqueda es salir de tu entorno sin saber quien te espera ni a quien puñetas le interesa lo que quieres contarle. La gira te explica que es tu oficio y sobre todo que eres tu. Deben ser pocas las escusas para salir a la aventura casi sin saber cuanto dinero de tu menguado bolsillo va a suponerte de nuevo creer que esta vez va a ser quizás la última vez que puedes seguir estirando del alambre, de que ya es económicamente  imposible seguir con este oficio vocacional. Otra vez será. En Jimena de la Frontera sucedió de nuevo el milagro de las tablas, a setecientos kilómetros de mi guarida existe un hombre con fe en la palabra y tanto a repetido su mantra, que vete tu a saber cual es, que ha materializado en su casa la casa del comediante, la del cómico de la legua y allí acuden todos cada noche para que siga funcionando la maquina. Taquilla no hay, voluntad la que quieras que cada espectador deposita en una tinaja,  a cambio de teatro y después del aplauso de vino, cerveza y buenas conversaciones hasta la madrugada para después dar paso de nuevo al silencio de Jimena. La compañía duerme allí mismo a pie de escenario le da las buenas noches y los buenos días, todo un privilegio dormir al lado de tu lienzo dormir en la frontera en El Corral de la Paca en el corral de Marcus es sin duda residir donde reside el duende.
¿Del dinero? Bien perfecto, me sigue faltando pero para la siguiente semana nos llegaba ¿El alma? En forma, gracias al público a Marcus y a todos sus colaboradores que te dan el aliento para seguir tirando.

miércoles, 29 de julio de 2015

El Buscon

"No mejora su estado quien muda solamente de lugar y no de vida y costumbres". Así termina El Buscon y así empezó esta cabeza mia a caminar.  Mudar de lugar no he mudado pero si de vida y costumbres de la mano de Quevedo.

A esta compañiá le gusta fabricar local para venta global, como los chinos, o eso se intenta vender, la venta, una cuesta de casi 89° de inclinación.
¡Ay! La programación  si fuera tan fácil como la creación otra gira cantaría. 

La creación al igual que ser programados en un teatro te pilla como las musas, trabajando. Trillando cada rincón español, americano o europeo siempre hacia fuera, excéntrico y explosivo, sin embargo la creación viene como la roña al tobillo, que andando andando se va creando la costra necesaria y al final la tienes tan cerca que sin darte cuenta surgio de la nada, pero sin movimiento no cuaja y sin  maestría se corta como el ajo aceite. Así sin más con un una novela con más de cuatrocientos años y un Juanma Cifientes tan actual como el ihpone 6, capaz de desenmascarar al mismísimo Escamilla o Alonso Álvarez ¡que vete tu a saber quienes eran esos! Te pone en pie a fuerza de disciplina al mismísimo Lázaro bailando treinta y seis folcloricos pasos  al son de una sola voz la de Don Pablos. A fuerza de darle a la pata en una cinta estática en medio del desierto llegas a un oasis sin cambiar de lugar pero si de pensamiento.

viernes, 27 de marzo de 2015

Prometeo. Teatro encadenado

Cuando Prometeo fue encadenado más allá del abismo por entregar el fuego a los hombres y cada día un águila se comía su hígado que se volvía a regenerar y asi estar bien fresco para el día siguiente, recordandole que tan sólo era carroña, Zeus sabia lo que hacia con semejante castigo, temeroso ante un titan como Prometeo no podía tener consideración, nada es más peligroso e implacable que una personalidad indomable que por mucho castigo que reciba por muy encadenado e ignorado que este seguirá empeñado en mostrarle al hombre que lo que nos hace humanos y nos aleja de lo animal es la cultura, el fuego, la luz que amplió las horas nocturnas ante el ritual sagrado que nos calienta y despierta la comunicación fomentando la palabra a través de la imaginación, la honestidad que cultiva el carácter competente y veraz que tiene que revelarse tarde o temprano contra el imitar, el copiar y el reproducir como comportamiento exclusivo; llegará entonces el hombre a comprender que la cultura puede ser otra cosa que una decoración de la vida; palabra que encubre, en definitiva, mero fingimiento e hipocresía; pues todo adorno oculta lo adornado.
¿Cuál es tu esperanza? ¡No ves que has errado! [...] 
− que iba a errar ya lo sabía yo. A sabiendas erré, de voluntad erré y a voluntad seguiré errando.
Ese es el destino del teatro.