El teatro me hace correr, memorizo los centímetros, la respiración, las zancadas, la temperatura, mi corazón, si me entusiasmo o me desánimo, sin ganas me levanto y ensayo, entreno y retengo lo aprendido, soy lo que corro, lo que entreno, mi soledad del metro la siento en cada estreno, cada escenario es una guillotina que mide quien soy, hasta donde llego es cuestión de conocimiento, si te confías te estrellas si no te respeto me matas, corro para llegar al fondo, actuo para verme, la zancada me hace libre, mi alma me da alas rodeado de polvo, siento la sed del resuello corriendo o interpretando, sudo, adelgazo, transpiro y respiro sin descanso y me encuentro de nuevo. Siempre solo, siempre avanzando, de nuevo mañana entreno sin ser el mismo, si he aprendido algo lo asimilo y lo olvido para ser un hombre nuevo, humilde descubriendo el mundo con ojos de niño, ¿en que pienso cuando corro, cuando actuo? Según la velocidad amigo mio. Silencio, escucha, retenlo... como en el vientre de tu madre, indefenso pero protegido, asumiendo el destino que elegiste, lo tienes ante tus ojos, ¿esta todo oscuro? Silencio, escucha... lo tienes en frente... Silencio, respira, transpira, vive, siente.
entre carreras, carretera, caminos, fondas, salas, teatros, corrales y publico ante todo publico, asi se desarrolla la vida de un juglar destinado al fracaso
sábado, 10 de mayo de 2014
lunes, 5 de mayo de 2014
Maleta y Greco
Cuatro días perdido en la creación y una función de La Maleta para seguir comiendo, cuatro días para terminar una obra, siete en total para que sucediera el milagro alrededor del Greco. Una semana que cunde más que un trimestre en la civilización, las vacas son las que te dan la réplica con su mirada serena casi sagrada, el horizonte montañoso como público la lumbre nocturna nos quita la costra de la tensión del día, te encuentras con tus miedos cara a cara por el agotamiento de la creación, para que sirve esto que hacemos, hablamos de nuestro fracaso después de la euforia porque una escena a ligado con la siguiente y entre caídas y elevaciones surge lo efímero. Surge la miseria teatral.