domingo, 22 de noviembre de 2015

El corral de la Paca

Si algo tiene de interesante este oficio incesante en la búsqueda es salir de tu entorno sin saber quien te espera ni a quien puñetas le interesa lo que quieres contarle. La gira te explica que es tu oficio y sobre todo que eres tu. Deben ser pocas las escusas para salir a la aventura casi sin saber cuanto dinero de tu menguado bolsillo va a suponerte de nuevo creer que esta vez va a ser quizás la última vez que puedes seguir estirando del alambre, de que ya es económicamente  imposible seguir con este oficio vocacional. Otra vez será. En Jimena de la Frontera sucedió de nuevo el milagro de las tablas, a setecientos kilómetros de mi guarida existe un hombre con fe en la palabra y tanto a repetido su mantra, que vete tu a saber cual es, que ha materializado en su casa la casa del comediante, la del cómico de la legua y allí acuden todos cada noche para que siga funcionando la maquina. Taquilla no hay, voluntad la que quieras que cada espectador deposita en una tinaja,  a cambio de teatro y después del aplauso de vino, cerveza y buenas conversaciones hasta la madrugada para después dar paso de nuevo al silencio de Jimena. La compañía duerme allí mismo a pie de escenario le da las buenas noches y los buenos días, todo un privilegio dormir al lado de tu lienzo dormir en la frontera en El Corral de la Paca en el corral de Marcus es sin duda residir donde reside el duende.
¿Del dinero? Bien perfecto, me sigue faltando pero para la siguiente semana nos llegaba ¿El alma? En forma, gracias al público a Marcus y a todos sus colaboradores que te dan el aliento para seguir tirando.